miércoles, 29 de abril de 2009

"Iluminación de la ausencia" Minor Arias Uva

Compartimos la poesía de Minor Arias, costarricense que le escribe a la patria con la empatía del emigrante.

Versos para untar la nostalgia
de un emigrante


Me iré mañana con todo el peligro de los muros,
con una deuda trenzando mis sueños.
Me iré en la noche
para que no sufran tanto los niños.

Me enjuago la boca con aguadulce
para darle a ella este beso.

Aquella luz es mi casa.

Mi País es un valle ancho para vivir atento

I

Permítame sentir otra vez la luz,
el ritmo de quien camina su propia patria.

Permítame conocer el frijolar de mi padre,
el templo blanco que mencionó mi madre,
y ante todo,
dar estos abrazos
que me ponen a llorar,
cuando el atardecer se me parece
a los atardeceres de mi Valle.

Tocaré a la puerta
y será el origen de la vida.

II

Yo oro y confío en la promesa que hice,
aunque a veces,
y esto sí te lo confieso
cerrando los ojos
y tomándome la frente,
me canso de la paciencia.

Quisiera correr ahora mismo
como lo hice en la infancia,
con las manos abiertas
y con todo mi país
untado de sentimientos.

Anhelo romper las distancias
y que vengas
a tomar café conmigo
y contarte mi sueño.

Eso quisiera…
III

Donde nací,
abundan los ríos,
la lluvia galopa
las sincronías de la montaña
y nos da tiempo para correr.

Donde yo nací,
se reúne la fertilidad
cada madrugada.
Los almendros alimentan
lapas verdes,
y en la tierra negra y fértil
revientan alegres las semillas
sinfónicamente esparcidas.

Así es donde yo nací.

IV

Trabajo y trabajo sin meditarlo tanto,
estudio y camino,
vuelvo al rito.
Me pongo a leer en algún autobús
o en las bancas de un centro comercial.

En mi corazón,
el gran motivo:
regresar.

-“Volverás un día
galopando el aire
con este nuevo libro.
Verás otras vez
los ojos color miel
que te han soñado a la vuelta del camino
y el corazón ancho de tu madre
convertido en un puente”.
Eso me dijo don Ismael,
el chamán boruca
quien me espera
en la esquina temblorosa de cada sueño.

Amanecí untado de esperanza
desde entonces,
con un entusiasmo
bordándose en mi sangre.
“Volverás un día...”

V

En ese Valle
quedó mi corazón navegando
como un canto en el agua,
como aquella luz traviesa
que nacía en el cementerio indígena.

Recuerdo la iglesia blanca
y las bancas del parque
llenas de viejos buscanovias.

Se me quedó el cafetal untado en la manos,
el aroma de la caña
y un maizal tierno
como un prado
cerca del río.

El árbol de nances
con sus pequeños soles dulces,
y las guayabas recién mordidas
bajo la lluvia.

Más profundo hacia el horizonte verde,
los cerros,
el Chirripó que subimos juntos un día.

Lloro desde esta ciudad
que no me conoce.
Limpio mis lágrimas
con este pañuelo de flores.

Allá vivo yo,
-dónde?, me dice alguien,
-aquí, digo,
tocándome el cuenco del corazón.

VI

El no regreso
se parece mucho a la muerte,
se parece mucho a la suerte
de quien se pierde en un desierto.

Sueño frecuentemente
que un autobús de mi país
pasa cerca de estos apartamentos,
y cuando corro a detenerlo,
me gritan todas las voces de la nostalgia:
-va lleno, it is full.

VII

Un poco más de dinero
para pagar la hipoteca,
un poco más de trabajo
para atraer algo más de dinero.

Ha pasado el tiempo
con su lámpara violenta
y aquí estoy de madrugada,
viendo la rutina de un techo,
sin ayotales tiernos
ni milpas floreando
al vuelo de los chucuyos.

Hoy tengo un cansancio como de piedra,
necesidad de dormir a orillas de un río
hasta diluirme en el trópico.

No me preguntes cuándo, hermano,
porque es incierto.
Quizá mañana,
aunque lo pierda todo
para ganar mi país
y el tesoro borroso
que es ahora mi familia.

VIII

Donde quiera que vaya
digo que soy de allá,
que nací de usted.

Donde quiera que sea
me acompaña el brillo de mi patria,
el canto de los niños a las tres.

A estas horas
me traslado como un ángel
hasta la selva que fue mi vientre.

Yo tengo un país
que cabe aquí en mi mano,
porque mi mano es un universo fértil.

IX

Hay días en que amanece una canción
vibrando en el aire
y mi cuerpo es liviano como el incienso.

Salgo entonces con mi país
untado en las retinas,
con la seguridad
de que mi patria es antes que nada,
aquí en mi corazón.

Y al llegar la tarde,
inesperadamente alguien me pregunta:
-¿de dónde eres hombre feliz?.

X

Mi corazón es un cántaro reciente
donde se mecen dos océanos.
Huele a selva aquí en mi pecho,
traigo lunas llenas en la mente,
y sonrisas y manos extendidas.

Las tortillas recién hechas se doblan así,
quemaditas,
y se untan con natilla.
En mi país el café es delicioso.

Tienen que vivirlo,
por eso me pongo tan nostálgico
cuando lo cuento,
cuando sueño con mi valle fértil
y despierto aquí,
tan encerrado.

XI

En el valle,
yo conozco los árboles que me dan oxígeno,
cedros, bacos, laureles,
guayacanes, espaveles y cenízaros.

Conozco los ríos que habitan cada molécula en mi sangre:
Peje, Savegre, Brujo, Ceibo, Grande.

Conozco los sonidos que se combinan
para donarme sus conciertos:
guacos, congos, tucanes,
y silbidos del bambú a las tres.

Conozco las frutas dulces y jugosas:
mangos mechudos, zapotes, manzanas de agua,
bananos criollos, nances en fresco.

Conozco el aroma
de una arepa con aguadulce,
o de una chorreada en un comal de hierro.

En mi tierra
mi pensamiento viaja
por carreteras largas
que yo conozco.

Entre horizontes de brazos anchos
que transparentan mi cuerpo,
me convierto en mapa.

XII

Hijo, si ya no puedo ir,
vaya usted.
Dígale que fui un buen testimonio,
que habitó siempre en mi pensamiento,
que nunca paré de hablar de sus bondades.
Guardé fotos y recortes
para sentirle cerca.

Llénate los pulmones en la parte alta del camino,
donde está la piedra sagrada,
y suelta un grito por mí,
que sepa mi valle quién eres.

Si ya no puedo ir,
porque el tiempo pasa
como una ráfaga
y nos deja sin movimiento,
arrodíllate en mi tierra
y llora un poco.

Abrázate con el primer árbol que encuentres,
hermánate con los vecinos,
porque ahí estuve, hijo,
ahí sigo.

XIII

Quizá no le haya dado
todo cuanto usted merece
por darme la vida,
por nutrirme los primeros días de mi existencia.

Quizá no basten mis versos ni mis canciones
para agradecerle esta piel indígena y resistente.

Gracias a usted me respeto mutuamente
con reptiles y felinos,
y conozco el orden de las nubes.

Gracias valle vientre,
madre y padre de mis vigilias,
y de este cariño
que voy untando por la tierra.

6 comentarios:

  1. Inspirador amar la patria para escribir así sobre ella con esa nostalgia de Arias Uva;
    Quisiera correr ahora mismo
    como lo hice en la infancia,
    con las manos abiertas
    y con todo mi país
    untado de sentimientos.
    Eres tu mi Costa Rica querida el suelo que me vio nacer y el cielo que dia a dia inunda mi mente de esperanza en un futuro de hombres y mujeres comprometidos contigo.

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  2. En la edificación o la construcción del ser social, se deben tener en cuenta diferentes fuentes complementarias como las influencias culturales, que son los valores y actitudes compartidas y transmitidas por los miembros de una sociedad, y los cuales adquieren un poder transformador, en una fuerza que moldea la personalidad y la particularidad de cada ser costarricense.

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  3. Hermosísimo poema que deja explícita la nostalgia de lo que se ha dejado atrás.
    Lástima que siempre se ve todo más bello cuando no se tiene al alcance, deberíamos aprovechar lo que ahora tenemos y no esperar a tenerlo lejos o perdido para añorarlo.
    Siempre trato de que mis estudiantes, de cualquier edad, interioricen el amor a su cultura, a sus raíces pacifistas pero no indiferentes, que desarrollen amor por la patria que los vió nacer o que los protege bajo su cielo azul.
    Qué lindo cuando me acuerdo de mi infancia y de las experiencias que viví...

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  4. La obra de teatro a la que asistimos el 20 de mayo, “El enemigo del pueblo”, es tan vigente hoy, no solo por la problemática del agua y el uso que le damos, sino por el uso del poder, generalmente asociado a la corrupción y el beneficio de pocos, aunque con ello se arrastre a otros.
    La frase de no siempre la mayoría tiene la razón, me hacer reflexionar sobre los procesos electorales donde por el abstencionismo, hemos permitido que algunos decidan por nosotros.
    En mi escuela estamos con el proyecto de bandera azul y con Acueductos y Alcantarillados, hemos trabajado en la conciencia por el cuido del entorno y del agua, un recurso tan importante para la sobrevivencia del planeta.

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  5. Con respecto al foro de Derechos y deberes políticos, realmente me encantó el vídeo con los integrantes de la Constituyente, que nostalgia por aquellos costarricense de corazón que amaban su patria, quienes nos dejaron una herencia hermosa, de que en muchas ocasiones nos olvidamos.
    Me hace reflexionar sobre el tipo de costarricense que quiero ser, y como debo actuar en lo cotidiano, para ser un verdadero modelo a seguir para mi familia y mis estudiantes.

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  6. En el Taller de Educación Fiscal, me gusta el enfoque que tienen, considero que en mi escuela este tipo de taller sensiblizaría a los estudiantes, con respecto a donde vienen la mayoría de aportes del IMAS, FONABE, INVU, CCSS que sus familias reciben, gracias a los contribuyentes, que pagan los impuestos. Pues muchos de los niños y niñas, sus familias son beneficiarios de muchos de programas de ayuda social del Gobierno. Además, de crear conciencia de la importancia del pago de impuestos y sus usos, amén de la metodología que se use.
    Me gustó mucho y me pondré en contacto para coordinarlo en mi escuela.

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